Lluvia

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Viernes 29 de Septiembre del 2023

Estábamos caminando cuando la lluvia nos sorprendió. Y de verdad digo que nos sorprendió porque se abrió el cielo y cayó la de Dios. Las nubes se exprimieron y soltaron los meses de agua que se fueron acumulando durante la sequía. A mis amigos los vi correr de la lluvia para protegerse. Eso me confundió porque estábamos hablando de lo bien que vendría que ya, de una puñetera vez, comenzara a llover. Pero corrieron, despavoridos. Todos. Todos menos yo. Les grité:

–¿Qué hacen?

Uno me contestó:
–Me voy a mojar y si me mojo me enfermo.
–¿Qué va? Si la vida es una enfermedad y la muerte es la cura. Los invito a que se enfermen más seguido de vida, antes de que les llegue la cura final.

Así que seguí caminando bajo las miradas de los que se refugiaron bajo ese toldo y que no lograron comprenderme. El lenguaje de los locos no es para cualquiera. Los cuerdos nos temen porque saben que si hablan por mucho tiempo con nosotros, pierden la cordura. Las gotas me bautizaron y me limpiaron. No es la primera vez que corro o camino bajo la lluvia, mi hermana Rocío es testigo de ello. Hay muchas formas de encontrar la felicidad. Sigo creyendo que es el diablo o la magia la que está en los detalles.

Otro me gritó:
–¡Estás loca!
Yo me giré, empapada, y le contesté:
–¡Estoy viva!

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