—Rebeca, ¿qué es para ti el abandono?
—Es lo que sucede cuando me olvido de mí por recordar a otros. Pero eso cambió. Ahora solo soy fiel a mí misma. Cuando lo fui con los demás, fui muy infeliz porque la satisfacción de los otros terminó con la mía. Me costó muchas lágrimas entenderlo: Una de las peores torturas que se puede cometer contra uno mismo, es intentar complacer a los demás. El que vive bajo las expectativas de otros, muere.
—Dime, ¿qué te das a ti y qué le das a los demás?
—A mí me doy fidelidad, a quienes quiero lealtad.