Pienso en el tiempo y pienso en muchas cosas. Cosas que han pasado en el tiempo. Hay pensamientos que solo se quedan en silencio por unas horas, pero siempre están alerta, por si empiezas a olvidarlos. Entonces lo asimilas o lo intentas: solo te queda aprender a vivir con eso que piensas, que te hace sentir y que no sabes qué nombre ponerle. Vuelvo a pensar y me pregunto: ¿Qué soy?, ¿forjadora o esclava de mi destino?