Y como con las plantas, que les das agua cuando ya están secas, quieres regarme de detalles cuando comienzo a marchitarme. Pero te admiro, porque tu fe hace que vuelvan a salir pequeños pedazos de verde en mí.
Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *
Guarda mi nombre, correo electrónico y web en este navegador para la próxima vez que comente.