Quiero irme a Nueva York para aprender a ser más racional que sentimental, a París para volver a enamorarme de las cosas más simples, y a Jerusalén para volver a creer en todo aquello que no se puede ver.
Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *
Guarda mi nombre, correo electrónico y web en este navegador para la próxima vez que comente.